Hace algo más de una semana que mi vecindario ha tenido a bien renunciar a la fastidiosa práctica de aplausos, cacerolada, música inapropiada, rifas, fiestas varias y un largo etcétera de despropósitos dispares en los que jamás he cooperado.
Esta tarde, en un alarde de intrepidez sin igual en mí, he acondicionado el tocadiscos lo más próximo que me ha sido posible al ventanal abierto de par en par y una vez configurado el modo repetición con el volumen a todo carajo les he homenajeado con la gran balada ‘Caca culo pedo pis‘ de Los Punkitos, mientras humeaba un gustoso pitillo sentada en la barandilla.
Créame, ha sido algo poéticamente patético y sí, creo que paso demasiado tiempo sola.