Tiempla corazón por si despierto entremedias de convencionalismos gobernando mi pobre entendimiento. Tiempla si ves la torpeza de mi juicio conceder interés a chismes de carácter entrometidos. Tiempla si alguna vez doy pábulo a mis rancios prejuicios.
Tiempla corazón si ya no insisto en conmoverte ante la ternura del afecto o ante la excitación del tacto. Tiempla si descubres secar mi tímida pasión, si no acuno mi consentida esperanza y dime cómo coño no voy a estar mucho mejor cuando arremetes con vehemencia y el hálito te me llevas.
Tiempla corazón, tiempla por ambos dos si, llegado el momento, desfallecen mis fuerzas.