En el libro de la hojas de alambre anoto todo lo que sueño, todo lo que quiero; también todo aquello que amordazo y deseo. En el libro de las hojas de alambre invento emociones todos y cada uno de mis amaneceres para así poder escapar de la cama y engaño con cuentos fascinantes a las horas del día hasta que acudo a mi cita con todos y cada uno de mis intratables anocheceres.
En el libro de las hojas de alambre dibujo una y mil veces tu boca y tus manos y la piel que te envuelve para luego borrarlas con rabia y empiezo mil veces de nuevo. En el libro de las hojas de alambre perfilo mil desvelos y los arropo y les pido que no tengan miedo pero todas las noches al desplomarme entre la sábanas de tela se me enreda cada vez más por dentro hasta cansar al corazón y el alambre llora de pena.