Se busca persona que no se asista al descargo de su falta para con el ser querido. Que entone el mea culpa sin pretextos ni excusas plañideras que no sea más que una honesta disculpa por no haber sabido estar.
Se busca persona coherente con su miseria, con el resultado de sus hechos sin censurar jamás sus más bajos instintos, sin atiborrar su virtud ni hermosear su ganancia.
Se busca persona que no ame en la excelencia de idealizar a su semejante como quiere que sea y no como en realidad se es; valiéndose del amor para poseer, para convertir al otro en un esclavo transformado su vida en la suya sin percatarse que el amor sincero es sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio.
Se busca persona austera de impostada moralidad, lejos de ser arquetipo de nada ni de nadie; que no adroctine ni aleccione ni, mucho menos, prevalezca su orden por encima de otro ya que es de exacta validez.
Se busca persona que sea persona, con todo lo que ello conlleva.
Razón… ni está ni se le espera.