stand by me

A duras penas entierra en el silencio esa amistad triste a su son.

Ya no existe alma que habite en dos cuerpos, ni corazón que habite en dos almas y a pesar de que el marchitar de cada día despiste lo pretérito de esos malditos actos que ojalá no hubieran sido y destape los posos del mutuo afecto arraigados hasta el fin de sus días en lo más hondo donde todo es certero, la luz de ese faro se consumió.

Le destroza la vergüenza y la congoja del descaro a la lealtad, la que jamás se humilla ni con reputaciones ni bienes porque cuando le rindes pleitesía al parné, quizá, se olvida en el interín que lo que por un lado te proporciona por el otro te usurpa lo único que nos otorga la verdadera dicha, lo que nos dona la ilimitada libertad. Y por mucho que se rebusque exculpaciones para mitigar la propia conciencia, todo aquello que se insiste en ignorar de uno mismo tarde o temprano te hará la vida insufrible.

Se deja un pedazo grande de razón en comprender que su conformidad jugando al esconder con el considerar y el complacer no le exceptúa del incumplimiento al corazón, por lo que también contribuyó al engaño.

Y empero a la mercadería a la que se somete a la amistad en estos tiempos, se rebela a cambiar porque llegado el momento presente de una nueva sincera confianza siempre contarán con su incondicional aliento en el desatragantar del porvenir.


»Stand by me, Playing for change _ Song Around the World

manifiéstese a su antojo